Navío atacado por piratas rifeños |
Hemos
descubierto gracias a un blog de temas sobre piratas, - se llama www.piratasabordo.blogspot.com
-, a un personaje menorquín que valdría la pena reivindicar,
Fernando Patxot i Ferrer, escritor, periodista, espía y astrónomo que vivió durante el reinado de Isabel II.
Reproducimos lo que dicen de él en ese blog:
“Fernando Patxot es un enigmático personaje, que utilizó los pseudónimos de “Ortiz de la Vega” y “Sor Adela”, y vivió en el confuso y turbulento siglo XIX español, en aquella España romántica, gótica, revolucionaria y convulsiva.
"A parte de bestia literaria, con una extensísima obra que abarcó todos los géneros (biografía, “Historia de Napoleón” (1939), “Glorias Nacionales” (1855), de viajes, “Guía de Barcelona” (1840), traductor de Francois Guizot de su “Historia de la revolución de Inglaterra” (1837), de historiador “Anales de España” (1857-1859), como novelista, de periodista, con innumerables artículos en publicaciones de la época), era un entusiasta científico “amateur”, faceta muy común en aquella época.
"Postergado Patxot en el olvido, por su contradictorio vaivén ideológico, sabemos de él que fue un empedernido viajero, seguidor en un principio, tanto físicamente como ideológicamente del liberal general Prim, pero que al final de su vida, tras sobrevivir una terrible epidemia de cólera que asoló Barcelona, se convirtió en un intelectual ultramontano, defensor de la religión y la tradición.
"Nació un mes de septiembre de 1812, en el puerto de Maó, Menorca, enclave del masonerismo británico en España y murió el 3 de agosto de 1859 en la montaña mágica de Montserrat, en Cataluña, donde por arrebatos místicos se retiraba, de vez en cuando, huyendo del mundanal ruido de la metrópolis de Barcelona, donde vivía.
Reproducimos lo que dicen de él en ese blog:
“Fernando Patxot es un enigmático personaje, que utilizó los pseudónimos de “Ortiz de la Vega” y “Sor Adela”, y vivió en el confuso y turbulento siglo XIX español, en aquella España romántica, gótica, revolucionaria y convulsiva.
"A parte de bestia literaria, con una extensísima obra que abarcó todos los géneros (biografía, “Historia de Napoleón” (1939), “Glorias Nacionales” (1855), de viajes, “Guía de Barcelona” (1840), traductor de Francois Guizot de su “Historia de la revolución de Inglaterra” (1837), de historiador “Anales de España” (1857-1859), como novelista, de periodista, con innumerables artículos en publicaciones de la época), era un entusiasta científico “amateur”, faceta muy común en aquella época.
"Postergado Patxot en el olvido, por su contradictorio vaivén ideológico, sabemos de él que fue un empedernido viajero, seguidor en un principio, tanto físicamente como ideológicamente del liberal general Prim, pero que al final de su vida, tras sobrevivir una terrible epidemia de cólera que asoló Barcelona, se convirtió en un intelectual ultramontano, defensor de la religión y la tradición.
"Nació un mes de septiembre de 1812, en el puerto de Maó, Menorca, enclave del masonerismo británico en España y murió el 3 de agosto de 1859 en la montaña mágica de Montserrat, en Cataluña, donde por arrebatos místicos se retiraba, de vez en cuando, huyendo del mundanal ruido de la metrópolis de Barcelona, donde vivía.
"En
1857 funda el periódico El Telégrafo,
que le servirá para exponer sus ideas sobre la política que tenía que seguir
España y distanciarse de la ideología liberal de los revoltosos generales que
medraban bajo el seno de la reina Isabel II. Antes, Patxot, había sido un
fervoroso admirador de Prim, el general y político catalán que “guerreó” en el
norte de Marruecos y que se negó a ser comparsa de la política francesa de
intervenir en México. En esta etapa, Patxot, como militar al servicio del reino
de España, operó como agente de inteligencia a las órdenes del general, a quien
también apoyó panfletariamente, convirtiéndose en uno de los principales
panegiristas en la incipiente carrera del general catalán, que años más tarde
liderara una revolución contra la reina Isabel en 1868, entronizara a un rey
masón procedente de Turín (1870), y acabase muerto en un atentado, acribillado
a tiros y dejado a la buena de Dios, desangrándose, mientras era intervenido,
herido en el Hospital Clínico de la capital de España en los últimos días del
año 1870.
"Patxot no vivió los últimos años del aguerrido militar, murió en 1859, precisamente en las visperas de cuando Prim y otros generales tenían todo a punto para atacar el Magreb, pero ya antes de su muerte utilizaba el sarcástico pseudónimo de “Sor Adela”, para firmar sus escritos más tradicionalistas, como fue la serie novelada que a modo de tetralogía quiso retratar el espíritu rebelde de una juventud romántica, indecisa entre el mundo conservador y el progresismo revolucionario del siglo XIX, con los títulos “Las ruinas de mi convento” (Barcelona, 1851), “Mi claustro” (2.ª parte) (1856), “Las delicias del claustro” y “Mis últimos momentos en su seno” (1858, 3.ª y última parte).”
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Hemos
leído su informe referente a la descripción socio-geográfica del norte de
Marruecos, lo que se conoce con el nombre del Rif. En su “Opúsculo de
Marruecos. Estudio sobre las causas del ataque a Ceuta” realiza un exhaustivo
análisis de como vivían sus habitantes de esta zona africana, sus recursos, la
psicología de los distintos pueblos, cómo
estaba organizada su economía, cómo era el día a día en las cabilas, los
efectivos armados del sultán de Fez. Interesantísimo es el apartado que trata sobre
la piratería bereber. Sorprende como a mediados del siglo XIX, aún actuaban los
piratas rifeños en la costa comprendida entre Melilla y Larache, asaltando
embarcaciones europeas. Los miembros del blog
“piratas a bordo” nos han remitido una copia de aquella publicación. Nos
ha parecido sensacional, aguda, e incluso actual, a pesar de evidenciar la posición neocatólica de Patxot como intelectual. Fue sin duda un precursor de esta corriente que tantos seguidores tuvo en España en un nutrido grupo de escritores post-románticos. El opúsculo contiene unas magníficas ilustraciones, con unos grabados exquisitos, ya que es la versión popular y reducida de su informe militar y que publicó después para los lectores de su diario.
Os pasamos una muestra de lo leído, y os enviamos copia en .pdf, del impreso.
"Patxot no vivió los últimos años del aguerrido militar, murió en 1859, precisamente en las visperas de cuando Prim y otros generales tenían todo a punto para atacar el Magreb, pero ya antes de su muerte utilizaba el sarcástico pseudónimo de “Sor Adela”, para firmar sus escritos más tradicionalistas, como fue la serie novelada que a modo de tetralogía quiso retratar el espíritu rebelde de una juventud romántica, indecisa entre el mundo conservador y el progresismo revolucionario del siglo XIX, con los títulos “Las ruinas de mi convento” (Barcelona, 1851), “Mi claustro” (2.ª parte) (1856), “Las delicias del claustro” y “Mis últimos momentos en su seno” (1858, 3.ª y última parte).”
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