miércoles, 21 de marzo de 2012

Angel Joaniquet publica nuevo libro




Nos comunican que el periodista Angel Joaniquet acaba de publicar un nuevo libro. Nuestra más enhorabuena para el autor y para la Editorial Noray que lo ha hecho realidad. Conocemos al autor gracias a la mágica relación virtual de la red. Y como admiradores desde hace tiempo de su obra, no dudamos en ponernos en contacto con él, casi inaugurado este blog, para pedirle su apoyo  y colaboración.

Persona abierta, no dudó un solo instante en participar, pero nos dijo que no quería hacerlo como administrador y “creador de post”, sino que lo haría de una forma diferente, nos comentó. Y tras unos cuantos correos intercambiados, propuso que “colgáramos” en  nuestro blog unos relatos inéditos que tenía olvidados en el cajón de su escritorio [para ser más exactos en la carpeta -directorio-  de su viejo ordenador portátil], escritos no hacía más de cinco años.

Eran unos relatos sobre islas. De islas malditas. Los leímos y nos entusiasmó. Y aceptamos su propuesta de ponerlos en estas páginas. Desde hace unas semanas están aquí. Son los relatos de las “10 islas malditas”, que podéis leer cuando clickais a la derecha. De aquí nuestra relación con este escritor y nuestro agradecimiento…

…pero hoy nos ha saltado una gratísima sorpresa. Y hemos sabido que Joaniquet ha publicado un nuevo libro de piratas. Posiblemente saldrá al mercado a finales de este mes. Se titula “Piratas de Ultramar”. Viene a ser la continuación de la serie que inició hace 10 años con su exitoso libro “Nuestros Piratas”, y que se convirtió en una referencia en el tema de la literatura o relatos sobre piratas. Reactivó este “género”, relanzó el interés por la piratería y lo convirtió en moda. Antes de aquel escrito, nunca se había escrito tanto de piratas como se escribe en la actualidad y esta temática, que estaba en el cajón del olvido,  Joaniquet tuvo la gracia y la habilidad de actualizarla, “descubrir” nuevos personajes, interpretar con un ojo crítico el porqué de sus actividades, y siempre interpretó a estos personajes como sujetos inmersos en un periodo cultural, económico e histórico concreto.

El precedente de aquellos “Nuestros Piratas” fue un libro escrito en catalán el año 1995, “Pirates i Corsaris”, una verdadera joya bibliográfica editada también por Editorial Noray y dificilísimo de encontrar, que descubría historias de piratas catalanes, baleáricos y levantinos, ocultos y olvidados de la memoria colectiva. Una novedad que,  en aquellas fechas, causó sensación.


Ahora, quince años después, vuelve a retomar el tema de los piratas. Una temática que en la actualidad ya se ha divulgado y banalizado hasta la exasperación y que hoy día nos parece que hablar de piratas es lo más normal del mundo. Esta ha sido la gran aportación de Joaniquet en el mundo de la piratería: normalizar el tema dentro de la literatura ibérica y hacer de ella, quince años después de sus primeros libros, cosa cotidiana y no excepcional.

Según parece el nuevo libro “Los piratas de Ultramar”, habla de los otros piratas, es decir de los piratas que rondaron, atacaron y fueron al saqueo del “tesoro español en América”. Suponemos que hablará de los Barbarroja,  Drake, Morgan, Olonais, etc.

Creemos que la nueva aportación del autor en esta temática será para bien. Porque somos de los que pensamos que si bien la temática es fundamental a la hora en que un lector elige un libro, lo importante, y lo que de verdad da valor a un libro, es el enfoque con que se abordan los temas. Y Joaniquet sabe dar el enfoque diferente a los escritos que confecciona.

Leeremos con degustación “Piratas de Ultramar”.


martes, 20 de marzo de 2012

Las Biblias Prohibidas



Interesante post de Julio Parada González, blogger y “politólogo” mexicano que en su sitio web “averiados”   hace una interesante reflexión sobre los libros desaparecidos de la humanidad por exponer  cuestiones que no convenían a los poderes establecidos en aquellos momentos.

Inicia su escrito con un contundente:

"Se pueden escribir cinco líneas que destruirían la civilización", escribió el prestigioso astrofísico inglés Fred Hoyle, fallecido en el 2001. Esas líneas quizá formen parte de algunos de los textos "demasiado peligrosos" que han desaparecido sin dejar rastro o fueron sistemáticamente destruidos o censurados a lo largo de la Historia…”

Y continúa:

“Se calcula que en el gran incendio de la Biblioteca de Alejandría se quemó medio millón de obras que contenían el conocimiento científico de civilizaciones extintas, pero aquellos no son los únicos textos que podrían cambiar nuestra concepción del mundo y que han desaparecido”.

Parada realiza un panegírico en su relato al escritor francés Jacques Bergier autor de la obra “Los libros malditos” y coautor con Louis Pauwels de uno de los textos esotéricos de referencia denominado “El retorno de los brujos”, del norteamericano H. P. Lovecraft, que en sus "Mitos de Cthulú" menciona el "Necronomicón" que condensa la magia cósmica, o el italiano Humberto Eco, que en "El nombre de la Rosa", describe como se ocultaban obras condenadas a no ver la luz día y guardada por monjes inquisidores en los subterráneos oscuros de un convento o su reflexión sobre la inquietante, obsesiva y reiterada insistencia de “la destrucción de la Biblioteca de Alejandría, iniciada por Julio César, en el año 47 antes de Cristo (a.C.), continuada por el emperador Diocleciano en el 285 y finalizada en el año 646 por los árabes, que la destruyeron hasta sus cimientos”.

Creemos que es un deber desde nuestro blog dedicado a  “Los Libros del Subterráneo Amarillo”, y por ello olvidados o condenados, hacer una referencia a este post sensacional.

Gracias Julio.

jueves, 15 de marzo de 2012

Cuando el contenedor puede ensombrecer el contenido

Al desempolvar libros en el subsuelo descubrimos cómo los formatos impresos de siglos pasados reviven de nuevo con un valor propio de objetos por sí mismos. A parte del contenido del libro en sí, nos maravillamos de su continente, un activo estético y de la cuidadosa armonía de las ediciones de tiempo atrás. Muy a pesar nuestro, en estos casos parece que toma su máximo significado el aforismo de que el “El medio es el mensaje” la celebre aseveración de McLuhan.

Vemos una edición cualquiera del siglo XIX y nos maravilla su envoltorio y de la destreza estética derrollada en la edición. Una prueba es un librito titulado “Colosos”, de un tal E. Lesbeseilles, traducido por Cecilio Navarro, editado en el año 1885 por Biblioteca de Maravillas, y exquisitamente encuadernado, con tapas endurecidad de seda roja, grabada en negro azabache. La admiración hacia esta joya alcanza la excelencia cuando comprobamos los grabados que ilustran las páginas interiores del mismo, la mayoríaejecutados por los dibujantes franceses Lancelot y Goutwillier. Magníficos.

Después de más de 125 años, este ejemplar, es una muestra del buen trabajo realizado con él, tanto en encuadernación, como en calidad de impresión contenido. Y ante estas maravillas, por desgracia, casi nos olvidamos de su contenido literario. Nos asombran tanto la exquisitez de su tacto, el perfume de tiempo pasado, las excelentes ilustraciones, su consistencia, que nos olvidamos a veces de sus contenidos.

Porque lo mejor de todo, es que cuando empezamos a leerlo, descubrimos que si el envoltorio es bueno, mejor es el contingente, lo que dice el autor de estos “Colosos”. A lo largo de sus 314 páginas, el autor nos describe con rigor, acierto y pasión los colosos más significativos, esculturas monumentales y gigantescas, que han adornado nuestro planeta. Con un criterio artístico, etnológico, cultural y arqueológico que aún hoy día sorprende.