sábado, 9 de junio de 2012

Con un trío de escritores nada subterráneos

Julio Murillo, junto con Angel Joaniquet

He coincidido esta semana de forma casual con tres escritores a los que admiro desde que les leí su primer libro. Ha sido en  la presentación de la novela El club de los filósofos asesinos, del publicista y periodista Julio Murillo, que acaba de editar, un relato pasado por el barniz del género negro, de ‘thriller’ francés, o mejor dicho de ‘roman noir’, ambientado en París, surgido de la indignación, y publicado en un momento de cabreo generalizado, tanto del propio escritor, como  por la sociedad sumida en la postración más resignada.

A Murillo lo descubrí cuando leí  su libro Shangri-La. De esto hará cuatro  años. Pero lo más cachondo de dicha presentación es que allí  encontré, a parte del escritor por el que se hacia el acto del libro, a otros dos escritores que no esperaba verlos allí, y a los que admiro desde hace tiempo. Allí estaban José Luís Múñoz, al que leí por primera vez en un lejano año de 1988, cuando me cayó su novela Barcelona Negra, una auténtica narración de libro subterráneo amarillo, a pesar de que en su momento ganara el premio literario Azorín de novela, auspiciado por la Diputación de Alicante, y a Angel Joaniquet, al que tengo un sumo respeto por sus escritos sobre piratería y temas marítimos, al que descubrí hace diez años , cuando publicó su libro en catalán Pirates i Corsaris, y con el que mantengo un feeling especial desde que nos pusimos en contacto y me permitió subir algunas de sus obras en este blog.

A ambos, sinceramente,  no esperaba encontrarlos en este acto. Pero allí estaban.  Uno [José Luís Múñoz] como presentador y como padrino  del autor y de la obra que se daba a conocer (El club de los filósofos asesinos), el otro [Angel Joaniquet], por ser amigo desde la adolescencia del autor Julio Murillo, y compañero suyo de universidad, -por lo que me dijeron-, cuando ambos estudiaban Ciencias de la Información en la Universidad Autónoma de Barcelona.

Me conmovió el encuentro, verdaderamente casual, ya que nunca pensé que este triángulo de escritores, a quienes venero,  podría verlos y autorelacionarlos en un mismo espacio y en un mismo tiempo, recreado para dar a conocer  un libro recién editado: El club de los filósofos asesinos.

Para inmortalizar el encuentro  de estos amigos, casi desde la infancia, les hice una foto para la eternidad.

La portada del libro presentado, editado por MR

Un momento de la presentación de la novela El club de los filósofos asesinos

Primera novela que leí de Múñoz en el año 88

Primera edición del libro que editó Jucar Ediciones y  Paco Ignacio Taibo II

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